domingo, 25 de mayo de 2014

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Me gustaría reflejarme en tu espejo, 
encontrar mi sonrisa 
brillando en tus retinas.
De un tiempo a esta parte
he meditado (fríamente)
esa idea de que sentir 
es algo más
que un verbo involuntario.
Y si fuese valiente
apagaría todas las luces
para que fuesen tus piernas
las que alumbrasen mi destino, 
pero sin embargo,
me conformo con llorar de vez en cuando, 
secarme las lágrimas 
con los dedos manchados de tinta, 
leer casi  a oscuras,
ver películas con finales tristes,
hacer viajes imaginarios
en los que siempre termino 
enderezando las varillas 
de mi paraguas roto
para recibir la vida
sin reparar demasiado
en esta lluvia que cae
como si todo fuese, simplemente,
una tormenta de verano. 

Cut The World by Antony & The Johnsons on Grooveshark

jueves, 15 de mayo de 2014

Alquiler en las afueras -Pedro Andreu


Foto: Herman Landshof


De la vida me acuerdo.
Calzaba tus sandalias, iba en bici
conmigo hasta los faros vacíos.
Decía que era el mundo
una cosa sin frenos
donde poder perdernos.
Pero le fallamos. Nos cansamos
de tanto pedalear.

Pedro Andreu -Alquiler en las afueras.

(...) De nuevo Pedro Andreu escribiendo sin frenos, para dejarnos sin aliento, para arañarnos por dentro con sus alas negras. Sí, le cogí cariño a este juglar en paro.

viernes, 2 de mayo de 2014

Postales de una ciudad de posguerra



Entre el aullido y la lágrima reventamos la vida.
Fue una guerra sin guerra de tanques sobre el papel
y palabras desembarcando en playas desiertas.
Las metáforas perdieron el brillo,
el mundo comenzó a cobrar agresividad
y la literatura, que fue mi pista de aterrizaje,
se inundó de oscuridad e impurezas.

Ahora la vida se ha llenado de adioses,
en las carreteras sólo viajan autobuses nocturnos
que recorren los contornos de la herida,
porque después de la herida sólo existe la muerte,el frío, el silencio,
los trenes que circulan con retraso
para cruzar los días y perseguir sueños
trazados como ríos contaminados.

Algún día nos visitará el oleaje
y regresaremos al lugar de las palabras,
para que la prosa resbale sobre el horizonte,
pero ahora, tú y yo, somos versos que mueren
sin encontrar quien pueda acogerlos,
supervivientes entre los escombros del olvido
yaciendo a la intemperie de esta ciudad de posguerra.