sábado, 29 de marzo de 2014

Misa de doce




Por los que conocieron la nada 
y perdieron los planos 
del laberinto del nunca.

Por los que tripulan

barcos moribundos 
por un río de 
poemas amarillos.

Por los que viajan 
en tranvías 
que gimen 
perdidos en el pasado.

Por los que cultivan 
flores
 sin saber de botánica.

Por los que reciben
 la primavera 
como un premio
de consolación

Por los que solo vieron
 el mar por televisión
 y se quedaron dormidos
 en la carta de ajuste.

Por los que nunca volaron:
 porque volar 
nunca fue imprescindible.

Por los que tiraron,
 una y mil veces,
cartas a la papelera 
con besos en la despedida
y en la posdata.

Por los aparecidos en combate
 tras acabar lamiendo,
como animales, 
su propia muerte.

Por los exiliados
 en astros sin retorno,
 en órbita con faros perdidos
 y estaciones desiertas.

Por los que hacen la cama
 todos los días
 a pesar de dormir solos.

Por los heridos de sí mismos
 y ahogados
 en el propio río
 de esta vida paralítica.

Roguemos al Amor. 

sábado, 15 de marzo de 2014

Tornillos de estrella III




Duró un instante, esa unidad de medida que define la circunstancia, cuando el reloj se para, cuando se detiene el tráfico sobre el asfalto sediento, cuando los que caminan por las calles, con la mirada en fuga y el destino en la mandíbula, desaparecen; fue en ese instante cuando se paró la escena, el poema, la furia, el verso, el grito, la palabra; fue en ese instante cuando se apagó la luz de afuera, cuando se encendió el mar, cuando se abrieron las ventanas, y cerramos los ojos para no cerrarlos; fue en ese instante cuando el aire quedó suspendido, cuando nacieron los almendros, cuando encerramos la vida entre nosotros, prolongando la despedida labio contra labio, alma contra alma para sentir el jardín botánico en el paladar, y un rumor de tormenta en la garganta, y la necesidad de recorrer tu piel, centímetro a centímetro, porque besarte fue la forma más rápida que tuve de llegar a casa. 

Wooden Chair by Angus Stone on Grooveshark

domingo, 2 de marzo de 2014

Puesto que él es este silencio -Jacques Ancet


Las cosas se cierran. El cielo llena el vacío por el que se mueve la memoria. Su luz difumina las formas. Callamos, buscamos en el silencio la voz y la risa. Sólo se oye el aire acribillado de pájaros.

PODRÍAMOS TERMINAR AQUÍ (es lo que dice la voz). Que siempre sería la misma primavera, pero más frondosa, más profusa -con caídas de cielo y hojas, un atisbo de corteza, gotas de color, una luz súbita aparecida entre dos palabras, un viento ligero que se ve, allá, entre hierbas y montaña. Nos decimos que nunca acabaremos de enumerar las cosas, de perdernos en el estupor de cada instante, de permanecer ahí, al borde de nada, con ese casi aullido ronco de un pájaro invisible. Con todo lo que hemos perdido y ganado a la vez. Nos decimos que entonces tal vez podríamos reunirnos con él, tener sus palabras en la boca y pasar con él de vida en vida, de mundo en mundo.

9 de abril-26 de Mayo de 2009

Jacques Ancet

 La palabra. El dolor. El aliento palpitando. Las pequeñas heridas que parpadean en el papel, el inconsciente murmullo de la lágrima resbalando en la noche. Se libera la brisa para jugar con las cortinas de la mente, tan cerca y tan lejos, persiguiendo la suave quemadura detrás de la tinta, como una breve espuma, como una imagen tras el vapor, se siente pero no se escucha. Así es el olvido.

(Mi humilde homenaje).