domingo, 24 de noviembre de 2013

Aventuras de barrio


Amores imposibles cuando descubres a la chica que en el tren te mira a los ojos cada mañana haciendo cola en el banco con su novio  Miradas furtivas en la misa de once que acaban en una cita en el discobar  Bares con olor a frito donde se niegan penaltis  Goles marcados el sábado como si en ello nos fuese la vida  Aceras por descubrir (ínsulas extrañas de luchar contra los coches, los nuevos gigantes Sancho)  Valiente muerte juvenil sobre las ruedas de fin de semana, equipo de piernas para sillas de ruedas  Mujeres con depresión que se asfixian subiendo al cuarto piso  David ecologista intentando abatir a Goliath ministerio de obras públicas  Cola del paro, Ley de extranjería, olmos y plátanos por palmeras y lianas

Sin salir de mi ciudad, el mundo se ha convertido en una apasionante aventura.

Ángeles sin cielo -Francisco Cenamor -Leganés 

sábado, 16 de noviembre de 2013

Zapatos de cordones



Yo no los escogí, fueron un regalo del destino. Sí, echaré de menos mis zapatos de cordones. Significaron mucho para mí: la representación del equilibrio, el nexo de unión con las calles, la dulcificada amplificación de los sonidos cuando las aceras sucias de la noche son sólo nostálgicas melodías que se cuelan en mis sueños. Y ahí estaban mis zapatos de cordón, cuando mis pies pisaban cristales rotos de fiestas anteriores y colillas todavía encendidas. 

Estuvieron siempre en el lugar más especial de mi guardarropa y me los ponía a diario. Con ellos, caminar y volar representaban la misma acción. Eran confortables, me dotaban de un aspecto ligero, elegante, con el grado de sofisticación exacto, y me conferían la seguridad de aquellos que se mueven por la ciudad con el paso firme y la espalda recta. 

Habíamos llegado casi al límite máximo de la plenitud cuando mis zapatos se rompieron, y de no ser así hubiésemos conseguido ser la articulación perfecta, una aleación química sorprendente,  un sindicato justo. Pero se rompieron, ¡Desgraciadamente se rompieron ¡Sí, se rompieron! Aquel día habíamos caminado durante horas y los túneles oscuros se nos hicieron demasiado largos, visitamos esquinas prohibidas persiguiendo huellas de huidas que vendrán. No pudieron soportarlo más, demasiadas idas y venidas, demasiadas fugas, demasiado barro para llegar al final de nuestro destino.

Al día siguiente, mientras caminaba descalzo entre las hojas de mi casa sentí dolor, mucho dolor, el mayor dolor de toda la historia de mi dolor; y abrí la persiana, y mi canario cantaba y le grité para que no lo hiciese; y miré al cielo, entre resignado y confuso: que saliese el sol era una falta de respeto.

Adelante Bonaparte (I) by Standstill on Grooveshark

domingo, 10 de noviembre de 2013

Sincronizados












¿Lo hicimos aposta?

En ese instante
de aquel otoño.
En esa décima de segundo,
mientras el viento gritaba
y las hojas caían:
tú 
cerraste los ojos
y yo


abrí mis brazos.

Stella By Starlight by Miles Davis on Grooveshark

(Grito amplificado desde un repetidor en la cara oculta de la luna).

domingo, 3 de noviembre de 2013

Al final de la escapada...


Los días se repiten, te arrastran hacia un final previsible. Protagonizas una película sin giros ni contratiempos. ¿Qué hiciste ayer? ¿Qué harás mañana? -te preguntas-. Los recuerdos son sólo una persiana rota que cuelga sobre la ventana de tu mente. 

En la desembocadura de las horas, en el desfiladero de la noche, permaneces quieto como una fotografía mientras el reloj de pared se encoje sobre el viejo sofá, eres desperdicio y pizza fría en una caja de cartón, eres un mantel con salpicaduras de grasa, una cerveza caliente y un papel escrito con letra decrépita que apenas dice algo bueno de ti.

Existe un orden extrañamente establecido y tú solo formas parte de una ecuación cuyo resultado es la muerte. Acabas de entrar al quirófano, anestesiado, adormecido frente a los envenenados estímulos de tu televisorCierras los ojos hasta comenzar un nuevo día, el mismo día que otros días. No hay sueños: solo duermes. Los sueños están desintonizados, atrapados entre la nieve gris con la que terminó la programación, la vida sólo existe en las películas, tú no puedes escapar...

Por fin me he comprado una tele en color
y la otra noche
me topé con una peli
y hay un tipo en
París
está sin blanca
pero viste un traje muy bueno
y lleva la corbata anudada a la perfección
y no está preocupado ni borracho
sino que se encuentra en un café
y todas la mujeres preciosas están
enamoradas de él
y de alguna manera consigue pagar el alquiler
y seguir subiendo y bajando las escaleras
con camisas limpísimas
y advierte a algunas chicas
que mientras ellas son incapaces de escribir poesía
él sí es capaz
pero en realidad no le apetece
en esos momentos:
en vez de eso busca la Verdad.
mientras tanto lleva el pelo cortado a la perfección 
no tiene resaca
no tiene tics nerviosos en los ojos y posee dientes blancos
perfectos.
Yo sabía lo que iba a ocurrir:
conseguiría la poesía, las mujeres y 
la Verdad.
Apagué la tele 
pensando, estúpido hijo de Puta
te mereces
las
tres cosas.

DIENTES BLANCOS PERFECTOS- Charles Bukowski