y luces doradas en la ciudad
que huele a carbón.
El tráfico termina
en una calle
con nombre de poeta
y tu casa,
tus recuerdos de niño,
frente a una luna
que te mira
como quien espera un aullido.
La calefacción de tus padres,
el abrazo con aliento a cerveza de tu tía,
el asado -receta de tu abuelo-,
la terraza de los cigarrillos,
el porvenir de tu hermano
y tu tío que sigue en la cárcel
como un barco varado
al final de una tormenta.
Este año
la más pequeña de la casa,
con la vida creciendo en sus ojos
como la maleza en el cemento,
juega a desordenar
las noventa y una piezas
del puzzle de muerte de tu abuela.
En la televisión Madrid,
tan llena de gente como vacía de ti,
hace sonar las campanas
en nombre del futuro.
Luego el brindis,
las promesas, los abrazos
el vértigo al ver la vida
pasando como de lejos.
La mañana te encuentra
como una conversación inacabada,
y frente a las calles de Viena
los restos de una noche azul.
Tu madre amanece
con las manos frías
y bailas con ella un vals
sobre las zapatillas prestadas de tu hermano.
Comienza a acelerarse el ritmo
y otra vez la mesa, la familia,
las despedidas, la resaca en la maleta
con la que cada cual regresa a su invierno
como el invierno que existe en la palabra adiós.
Luego la locomotora arranca
desde aquel andén
donde terminan todos tus recuerdos,
y el tren avanza
atravesando la oscuridad
como quien busca en la noche
llegar al corazón del frío.
Tú miras por la ventanilla,
pones música en tu smarthphone
y repasas las fotos donde apareces
entre tanta comida mientras piensas
que tal vez no te apetezca cenar.
Ocurre en las mejores familias,
suele ocurrir en las mejores familias.
Esta ha sido mi primera canción del año, porque este año me gustaría ser más honesto, llamar a mi abuela de vez en cuando, abrazar a mi sobrina, vivir la paz o sino buscarla en cada uno de mis actos, alejarme de las fronteras de la tristeza, sonreír, mirar a los ojos y vivir el mundo cara a cara, montar en bicicleta, leer, escribir, sentir el mar, viajarme o quizás avanzar dentro de mí.
Tampoco pido demasiado. Feliz y poético 2015 a todo@s. Brindo por ello.
Feliz poetaño para ti, lleno de sonrisas y mares por explorar
ResponderEliminarPreciosos sueños para ti
EliminarQue este año te traiga instantes tan bonitos como los árboles que crecen a los lados del río Arnoia.
Te encuentro, en esta poesía donde avanza la vida, aunque deja atrás un año y sus recuerdos, me encuentro contigo en un buen comienzo.
ResponderEliminarY no sabes cuanto me alegro de que tu pluma y tú os adivinéis de nuevo.
un besazo
Pongamos el cuentakilómetros a cero. Y no pises demasiado el acelerador.
EliminarMaravillosa criatura! Por un año liviano, luminoso, poético y dulce. A
ResponderEliminarQue la lluvia que caiga sea de colores y crezca en tu ventana el códice de los sueños.
EliminarQue las líneas de tus manos sean los patrones del mar.
Love, Huts & Sea.
Si , ocurre en las mejores familia .....preciosa poética e inmejorable descripción .
ResponderEliminarMe ha encantado , me he visto y sentido en cada palabra ... y la canción !! Gracias por el descubrimiento .
Brindo por un año con menos nostalgia ,más sonrisas y muchas palabras hermosas como estas .
Un abrazo .
Brindo por la vida que recorre tus fotografías y por la magia del instante, que lo mejor de este mundo se detenga ante tus ojos.
EliminarAbrazos.
entonces... escuchemos música! mañana?
ResponderEliminar