domingo, 7 de febrero de 2016

Completamente viernes...



 Es jueves en el Aleatorio
aunque parece
"completamente viernes",
sobre el escenario Luis García Montero
juega a describir la eternidad
como quien tripula un barco
capaz de sobrevivir
a todas las tempestades.
La luz de su voz lo baña todo
y desde el espejo del techo
sus palabras caen
como enigmas desafiantes
que se enredan
en nuestras conciencias.
Yo miro hacia arriba,
observo al público
igual que el camarero
me observa a mí:
A alguien se le despiertan
dragones en el estómago,
otros se miran antes de conocerse
y la poesía parece ese conjuro
 capaz de alterar nuestros destinos.
Los versos se suceden,
los poemas rugen
 -deslumbrantes y densos-
como un deportivo rojo
que intenta aparcar
en el interior de nuestras mentes.
A las doce termina todo
y salimos afuera
con la voz del poeta
todavía templada y salvaje
como una playa a medianoche
 hasta que la realidad
va configurando la secuencia
 de reconstrucción del mundo
cuando se abre la puerta del Aleatorio
y la poesía comienza
a desbordarse por la ciudad
y yo busco otras maneras de terminar este poema
que podría titularse:
"Completamente viernes, completamente tú,
la buena compañía".

4 comentarios:

  1. Completamente tú, me encanta

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  2. Conozco esa sensación de salir atrapado por las palabras, la música, personajes y sensaciones que te envuelven y arropan cuando sales y que se van desprendiendo de vuelta a casa, como tú con tus palabras al leerte

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  3. El arte tiene ese efecto disparatado y contagioso, imposible de domesticar...

    Abrazos.

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