Amores imposibles cuando descubres a la chica que en el tren te mira a los ojos cada mañana haciendo cola en el banco con su novio Miradas furtivas en la misa de once que acaban en una cita en el discobar Bares con olor a frito donde se niegan penaltis Goles marcados el sábado como si en ello nos fuese la vida Aceras por descubrir (ínsulas extrañas de luchar contra los coches, los nuevos gigantes Sancho) Valiente muerte juvenil sobre las ruedas de fin de semana, equipo de piernas para sillas de ruedas Mujeres con depresión que se asfixian subiendo al cuarto piso David ecologista intentando abatir a Goliath ministerio de obras públicas Cola del paro, Ley de extranjería, olmos y plátanos por palmeras y lianas
Sin salir de mi ciudad, el mundo se ha convertido en una apasionante aventura.
Ángeles sin cielo -Francisco Cenamor -Leganés
Grande Cenamor, sobretodo por la labor que hace en divulgar la palabra, la poesía y a los poetas. Saludos
ResponderEliminarPoesía de ciudad, de presente, que huele siempre a certeza.
ResponderEliminarCuídate.
Me encantó la imagen con ese inglés indio, como el que dice: I como chicken con papas!
ResponderEliminarY sí, encontramos todo eso y más cuando nos detenemos a mirar alrededor (aunque a veces no hay plátanos)
Me gustó la imagen de las mujeres con depresión subiendo al cuarto piso.
Cuánto late el corazón ante una mirada prohibida, es una sensación tan placenteramente-cruel que se nos queda a lo largo del día (y cierra nuestra noche)
Qué mundo, no?
Qué cosa somos! (Lo que seremos ya es sabido)
Besos PataPalo