domingo, 14 de diciembre de 2014

Viajes con Charley en busca de Estados Unidos


(...)Me precipité en una atmósfera de fuga, corriendo para librarme de aquel paisaje ultraterreno y luego, al final de la tarde, cambió todo. Al caer el sol los collados y torrenteras, los cerros y las colinas y gargantas esculpidas perdieron su aspecto quemado y terrible y brillaban con amarillos y marrones intensos y un centenar de variaciones de rojo y gris plata, salpicando todo con vetas negro carbón. Era tan bello que paré cerca de una espesura de cedros y enebros raquíticos y doblados por el viento, y en cuanto paré me sentí atrapado por el color y aturdido por la claridad de la luz. El horizonte almenado, con el sol poniente atrás, estaba oscuro y limpiamente delineado, mientras que hacia el este, donde la luz sin obstáculos se derramaba en ángulo, el extraño paisaje lanzaba gritos de color. El aire cortaba las narices con una helada seca. Junté por puro placer un montoncito de ramas de cedros secas y encendí una pequeña hoguera, solo por aspirar el perfume de la madera ardiendo y por oír el crepitar alborozado de las ramas. La fogata creó sobre mí una cúpula de luz amarilla, y oí a una lechuza cerca y el ladrido de los coyotes, que no aullaban, sino que lanzaban el ladrido breve y jocoso de cuando no hay luna. Aquel es uno de los pocos lugares que he visto donde la noche era más acogedora que el día. Y puedo entender muy bien porqué la gente vuelve a las Bad Lands. 

 Viajes con Charley en busca de Estados Unidos - John Steinbeck

Sobre el viaje de más de 16.000 kilómetros que John Steinbeck realiza a bordo de una autocaravana a la que el autor pone por nombre Rocinante, y en compañía de su perro Charley. Una novela de carreteras secundarias, un viaje por las profundidades de los Estados Unidos para sentir el país, estudiar sus paisajes y también a sí mismo. Una historia contada con naturalidad, enmarcable dentro del realismo social americano y próxima al periodismo. Un análisis del paso del tiempo y la vejez. 

2 comentarios:

  1. Cruzar Estados Unidos. Ya lo hizo Kerouac y sus compañeros de la generación beat, y también lo hizo Steinbeck y su perro. Muy grande U.S.A

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