Esa hora
en la que todas las ciudades
se parecen a Helsinki,
y yo termino acariciando monstruos
en mi apartamento de treinta y cinco metros
cada vez más cuadrados, cada vez más sin ti.
Porque el amor
que casi siempre es tantas cosas
sin embargo, esta noche, se parece bastante a
salir al balcón y contemplar la calle
sin cigarrillos ni estrellas. Sin ganas de ser nadie.
Fragmentos de "El frío"-Pedro Andreu
Luego tiendo mi cuerpo sobre las maderas agrietadas por las
lágrimas.
Duermo con los ojos abiertos
ante un territorio blanco abandonado por las
palabras.
El libro del frío -Antonio Gamoneda
Nada es verdad
cuando descienden las horas
como un alud entre las sábanas
por la pista nevada de la noche.
Existe el frío
de los que aprendieron a despertar
con el lenguaje del invierno
que describen los relojes
cuando disparan tormentas.
Llegan las primeras heladas
a las extremidades del silencio.
Me desplazo
con la incandescencia extinguida
de un cuerpo desnudo
que arrastra los pies
como una maquina quitanieves averiada
en una carretera del ártico.
La memoria arde
en los pasillos blancos
de una casa en penumbra.
El día aparece como un espejo vacío
donde el viento
cristaliza palabras frente a mí:
"Dame la mano que te llevo a la nieve ¡Buenos días!".
Mi poema del frío.
Buenos días! Preciosos los tres ...
ResponderEliminarEl frío me arropa y abraza todos los días , siento cada palabra ..
Ver mis fotos ilustrando esas palabras hacen el abrazo más cálido .
Gracias ! Un abrazo
Y las imágenes se convirtieron en palabras.
EliminarUn placer que tus fotos ilustren mis entradas.
Abrígate mucho. Un abrazo.
El frío interno. Ese es al único que debemos decir adiós.
ResponderEliminarViajar en los copos de nieve y sentir el calor de una mano
la soledad congela hasta al verano.
Me encantan las imágenes de tu poema y digo las que verbalizas.
Que grande Gamoneda. Una luz a los pasos a oscuras.
Besazo
Por la noche, en esa ambientación del frío, uno es capaz de resolver todos los conflictos.
EliminarMe uno al elogio a Gamoneda (tremendo)
Abrazos.
Paradojicamente caluroso. Me encanta, graciasss
ResponderEliminarGracias a ti (una mente incandescente).
EliminarAbrazos.
El frío que nos conduce al cálido refugio, a esa habitación de la segunda foto que parece acabar de despertar a una soleada mañana de invierno.
ResponderEliminar(Al leer el último poema me han venido a la cabeza los finales de “Disparad sobre el pianista” y “La sirena del Mississippi”, como si por un momento el narrador y la persona a la que se dirige se movieran en el mismo terreno que los personajes de aquellas dos hermosas películas.)
Esas mañanas en las que el sol brilla pero tiene la fuerza de un mal sueño.
EliminarGracias por traerme esas dos películas. Me identifico mucho con los personajes de Truffaut. Sobre todo con la saga de Antoine Doinel en sus diferentes etapas.
Abrazos.