viernes, 1 de mayo de 2015

Perdona que los aeropuertos me recuerden a ti...


Me pregunto porqué los aviones
 parecen tan distintos tras las despedidas.
Era de noche cuando las pantallas del destino
anunciaban mi llegada.
Recuerdo la ansiedad 
producida al viajar 
de un minuto a otro 
por las escaleras mecánicas 
de aquel aeropuerto.
Recuerdo que vi de lejos tus labios conté
 y un vestido celeste
sobre tu piel todavía bronceada.
Recuerdo que parecía verano y en tus ojos 
se dibujaba la urgencia
de apagar todos los incendios sin extinguir.
Recuerdo que subimos a tu coche
y nos desviamos por aquella carretera 
para llegar a aquel lugar 
en el que no cabían aviones 
entre tantas estrellas.
Luego recuerdo 
que pusimos dirección a tu cama: yo necesitaba 
contar las pecas de tu espalda
y tú caminar por los surcos de mi vida.
Recuerdo sentir tus dedos que abrían mi camisa
como quien abre una ventana 
para respirar aire puro
mientras yo despeinaba tu vestido
para encontrar la simetría de tus alas.
Recuerdo que nunca vi
una luna tan grande como aquella
ni un amanecer tan brillante 
como el de tu costado. 
Recuerdo tu ciudad encendida, sus tejados, el mar
nuestras horas por delante 
y la sensación de que 
no existía dolor que pudiese alcanzarnos.
Recuerdo tu casa
mi cepillo de dientes en tu vaso,
nuestra ropa como un paisaje de otoño 
sobre el linóleo de tu salón.
Recuerdo al atardecer,
mi horizonte doblado contra el tuyo,
nuestra risa, mis palabras, 
el gin tónic de después frente a las luces.
También recuerdo la mañana siguiente 
y el triste desamarre de los cuerpos 
al sentir la fiebre bajando
en el mercurio del reloj 
que dibujó nuestra despedida
como una pintura de la Bauhaus.
Y de nuevo aquel aeropuerto
lleno de escaleras mecánicas y trolleys.
Allí me perdí por sus pasillos 
igual que tú te perdiste 
por los laberintos de mi vida.

He de embarcar,
perdona que los aeropuertos me recuerden a ti...

6 comentarios:

  1. Es inevitable,por suerte,que un olor ,un lugar,una cancion nos transporte al recuerdo de alguien que ya no esta o si ,que nos lleva a revivir aquel instante...
    bello poema,y bendita memoria.
    un abrazo.

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    1. Estímulos y barcos de ternura embotellados que flotan en el mar de los recuerdos.

      Pareces Aitana a contraluz ;-)

      Abrazos.

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  2. Parece escrito in situ, por ese final. Tienes un don para la poesía descriptiva. No sé si es pura imaginación o te basas en experiencia pero lo escribes de manera tan cercana que empatizas con el lector.
    Creo que en este poema he leído al Jota más desatado y salvaje. Desde el momento nos fuimos a la cama he adorado cada metáfora. Bueno desde la urgencia de sus ojos. Te vas creciendo en cada verso.
    Ahora dime que estas tomando jajaja porque te superas en cada poema.
    Parece que has robado todas las musas. Las mías deben estar de vacaciones o vagueando por ahí je.

    Que más te voy a decir. Que tu bestia que estuvo dormida se está despertando con mucha hambre.

    Un besazo

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    1. No sé muy bien. Cada uno tiene su proceso construcción. Consiste en llevar al límite las experiencias personales, que la poesía, el viento y el recuerdo conduzcan las palabras.

      El resultado es un poco canallesco pero tiene su lado tierno.

      No creo que tus musas se hayan ido jamás de vacaciones, siempre han estado trabajando duro para ti.

      Besos.

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  3. Un encuentro de los que se recuerdan para siempre recreado con una gran fuerza descriptiva y con un penetrante poder evocador, entre un avión que aterriza y otro que despega: lo que fue intenso se recuerda luego como parte de un tránsito y se asocia inevitablemente con el espacio en el que ese tránsito tuvo lugar.
    Coincido con la lectora anterior, te vas creciendo en cada verso y te vas superando en cada poema.
    Saludos.

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  4. Durante el tránsito sólo se recuerdo aquello que fue muy intenso.

    La distancia entre la ida y la vuelta es una espiral que gira, la montaña rusa que alcanza su máxima altura para luego descender, un punto de inflexión entre dos puntos cuyo recorrido del alma es superior a la distancia recorrida por el cuerpo.

    Como siempre mil gracias por intervenir.

    Un abrazo enorme.

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