domingo, 27 de septiembre de 2015

Diseño de interiores II



Nos conocimos en un poema

un poema en el que yo era un ventana abierta
que soñaba con auroras boreales
y buscaba en el invierno
el verso que nunca pudo ser escrito.

El mismo poema en el que tú describías
estrellas en tus incendios
y en tu voz
la palabra vida ardía
como un barco arrinconado contra el horizonte.

Ese poema en el que yo quería estar solo
-a la manera de Pessoa-
mientras pensaba que escribir
era una forma de pasear por la nieve.

El mismo poema en el que tú extendías los límites,
más allá de la métrica,
y llevabas un verso de ventaja al mundo
escrito en tus pestañas.

Ese poema en el que yo viajaba hacia ninguna parte,
bostezaba en los andenes
y hacía transbordos
en la palabra nostalgia.

El mismo en el que tú llevabas un continente en los labios
y los abrazos
eran como un puente dorado
para llegar al infinito.

Un poema que todavía no existía
en el que yo disponía de un cuaderno
y tú de un bolígrafo cuya tinta
era la voz azul del futuro.

Nos conocimos en un poema
y aprendí que hay grandes historias
en pocos versos,
 pero sobre todo,
aprendí que
no fue el poema
lo que consiguió fascinarme
sino conocer porqué la poesía es admirable.

2 comentarios:

  1. nos conocimos en una ppoema.

    Para llorar de emoción.

    Me llegas me tocas, me alcanzas, me traspasas, me vienes y vas.
    me acaricias, me zarandeas, me rozas el alma.
    ainsssssssssssssss que me ha encantado.

    Ojitos pa´rriba y embelesá

    besos marinero

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