y los
segundos se iban por el desagüe,
pensé en que la vida era una tormenta,
y
mi mundo
un barco siempre a punto de naufragar.
Y su imagen viajaba en primera clase
de mi camarote interior,
incondicionalmente a salvo"...
Con la mirada perdida y desnudo de mundo intentas encontrar respuestas en las gotas que descienden por la mampara. Con las yemas de los dedos dibujas las líneas paralelas de la nostalgia mientras descubres un reflejo en el cristal. Arrinconado contra la huidiza soledad, la realidad se desdobla y, su imagen vuelve a casa en un barco de vapor. A hurtadillas la miras y comienzas a acariciar su rostro reflejado en el vidrio. Un escalofrío te recorre torpe y el deseo comienza a trepar desde tus pies fríos.
La forma de agarrar su imagen resulta casi poética y, durante unos segundos, continúas repasando la comisura de su boca insistentemente. Entreabres los labios para prolongar el recorrido del recuerdo hasta que todo se pierde entre el vaho que enturbia su estampa, entonces la espesa niebla se despeja.
un barco siempre a punto de naufragar.
Y su imagen viajaba en primera clase
de mi camarote interior,
incondicionalmente a salvo"...
Con la mirada perdida y desnudo de mundo intentas encontrar respuestas en las gotas que descienden por la mampara. Con las yemas de los dedos dibujas las líneas paralelas de la nostalgia mientras descubres un reflejo en el cristal. Arrinconado contra la huidiza soledad, la realidad se desdobla y, su imagen vuelve a casa en un barco de vapor. A hurtadillas la miras y comienzas a acariciar su rostro reflejado en el vidrio. Un escalofrío te recorre torpe y el deseo comienza a trepar desde tus pies fríos.
La forma de agarrar su imagen resulta casi poética y, durante unos segundos, continúas repasando la comisura de su boca insistentemente. Entreabres los labios para prolongar el recorrido del recuerdo hasta que todo se pierde entre el vaho que enturbia su estampa, entonces la espesa niebla se despeja.
Aunque cierras los ojos para conservar su olor, el momento se vuelve desapacible. La realidad es una toalla áspera. Tienes frío.
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