Y buscaré
restos de tu boca
en insolentes noches,
entre vagabundos de nostalgia,
oscuros callejones
y suburbios del recuerdo.
Y dejaré el destello de mis ojos
y la costra de mi saliva,
como pedazos de pan,
por esta ciudad hambrienta.
Y poblaré de sueños tus ausencias,
lacradas de dolor
mientras se apagan
cigarrillos en el alma.
Para encontrar tu pista,
para seguir tus pasos,
en los charcos, en las aceras,
persiguiendo tu nombre
que araña el día.
Y sólo nos separa la distancia:
varios kilómetros de un espejo,
mi destino y tu origen,
reflejados ahora
en este poema roto de cristal.
Encontrar todos los pedazos y unirlos.
ResponderEliminarHola patapalo, como siempre escribiendo hermosa, aun que ya te lo aya dicho antes, bueno espero estar pronto de nuevo por aquí y por cierto muchas gracias por lo del error, si no me dices nunca me doy cuenta.
Ese escrito ya era viejo, lo vi entre los borradores y decidí publicarlos, pero tuve el error de no leerlo bien y checar alguna falta.
Ni la distancia suele poner fin a esas noches de insomnio a esas heridas de cristal. Bellamente triste
ResponderEliminarmi beso
simplemente hermoso, realmente siempre admiro ese don que tienen las personas para escribir tan lindo,y embellecer con vocabulario hasta la más triste situación.
ResponderEliminarKenya: Podemos olvidar la ortografía, la sensibilidad queda perfectamente reflejada. Abrazos.
ResponderEliminarSandra: Versoterapia ;-) Un abrazo.
Melanie: No sé escribir desde la alegría. Quizá debería intentarlo más.
Buscar el reflejo, frágil, aunque se vaya clavando..
ResponderEliminarKris: Juntaré los pedazos en dirección a la luz...
ResponderEliminarSaludos.