Un soplido de poniente
descompuso mi mundo.
Mis cenizas esparcidas
recogí,
una a una.
Caminé desnudo por la calles,
pasé cien noches
en el barrio de los lobos
y desperté.
La ciudad que me gritaba
ahora escucha mi rugido.
Y vivo luchando, deseo luchando
estar luchando...
supongo que habrás escuchado otros que aparecen en Youtube de petas del otro, hay una niña Pula Ramos que también es muy buena, pero este, no recita, la sangra
ResponderEliminarGracias por acercarme poetas del otro. Estoy seguro que tu voz sonará parecida.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, hiciste una buena síntesis de ese aullido, que muere para poder seguir luchando,
ResponderEliminaraunque hay momentos que me parece metapoesía, otros que me parece un romántico que le pide al amor que le salve de la vida.
perdón por las erratas de arriba uppsss
besos y más besos
Me gusta ese final, sólo el que lucha logra sus sueños (aunque algunos quedan en el camino, pendientes para otra vida, si es que existe otra vida)
ResponderEliminarY me gusta ese “barrio de lobos” donde pasaste cien noches, donde imagino que algo habrás aprendido ;)
Raras veces veo vídeos, suelo saltarlos, pero como me gustan en banco y negro me quedé escuchando, los versos son muuy buenos, me quedo con estos tres en especial…
Deja de gritarme como un cobarde detrás del espejo.
Que los románticos sigan prostituyéndose en los bares.
Y que se callen son los que son puros…
La entrada es hermosa en su conjunto. Sí.
Un abrazo Patapalo!
Vivian, Sandra: La verdad que el vídeo (poesía salvaje en estado puro) no necesita de mis palabras, puede que incluso sobren.
ResponderEliminarPura tormenta.