Le conocí hace tiempo,me emocionó,me entusiasmó su sensibilidad,su naturalidad en cuanto a los puntos de vista de la vida,su manera tan cercana, ajustada a los márgenes de la perspectiva de la realidad,la ternura de sus sentimientos tan equilibrados, el silencio de sus personajes,mientras sus ilustraciones hablan por sí solas.
Freederik Peeters da su primer golpe de efecto en mis sentimientos con Píldoras Azules,una historia de amor,de SIDA, verdaderamente especial.
Un tiempo después decido sumergirme en sus orígenes, en la retrospectiva de sus relatos gráficos con Dándole Vueltas,se trata de una recopilación de historias de diferentes épocas,un todo ecléctico remontable a su infancia,a sus veranos en Suiza,a sus películas favoritas,a la inocencia de sus anhelos.Algunas contados con cinismo,otras con humor negro,todas las historias reflejan la realidad de la vida,todas tienen una moraleja con la que identificarse.
La felicidad,los roles,los clichés,la nostalgia,la justicia,la tolerancia,las busquedas interiores,la filosofía de las cosas,el paso del tiempo,la huída de la realidad,todo un flasback caleidoscópico que nos transporta a un mundo,parecido al que conocemos.
Me gusta el refuerzo del dibujo en una buena historia,me gusta que los dibujos a veces digan más que las palabras,tengo esta reflexión en uno de mis viajes, sumergido en lo cotidiano.Saco la cabeza por la ventanilla de mi interior, observo, pienso casi en alto, creo que el comic entra muy directamente,es cercano, llega fácil.Aún así me encuentro en un mundo en el que cada se vez se lee menos,me doy cuenta que ni siquiera las cartas del banco,ni los contratos,ni las pólizas de seguros,me doy cuenta que hasta las revistas del corazón están recortando palabras,ahora son fotos y viñetas,que buscan la novedad en el golpe de efecto para alimentar el morbo.....
Supongo que todavía hay esperanza.Recomiendo Píldoras Azules y muchas de las entrañables Historias que Dándoles vueltas recopila.
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