martes, 24 de abril de 2012

Pozzo di Borgo-Intocable

En el submundo de la cola del autobús, un catálogo de personajes esperan: el tipo que fuma, la mujer que siempre tiene prisa, las chicas que hablan demasiado alto sobre sus asuntos personales, el que perderá el oído antes de los 50, por el excesivo volumen de la música en su I-pod. Por cierto, yo soy uno de los varios chicos tímidos que leen.

Me he dado cuenta, entre miradas cómplices y sonrisas, que la historia que tengo sobre mis dedos está teniendo un éxito rotundo, hay gente incluso que ha roto el silencio cómplice para atravesar 
la frontera de las palabras, y alabar el relato de este libro llevada a la gran pantalla.

En realidad dos libros: "el nuevo aliento" y " el demonio de la guarda" forman el cuerpo y alma que ha inspirado a Éric Toledano y Olivier Nakache a crear la versión cinematográfica de Intocable.

Una historia triste pero optimista, verídica, a veces desgarradora, tierna, bastante poética, conmovedora, entretenida, con ciertas dosis de humor, aunque ni de lejos como la versión llevada a la gran pantalla, convirtiendo a Intocable en una de las películas del año para el público, y también para la crítica.

La historia del señor Pozzo di Borgo, un aristócrata francés que sufre un accidente que le deja tetrapléjico.

He sido alguien. Actualmente estoy paralítico; una parte de mis sentidos me han abandonado. Sin embargo, con las atroces mordeduras de la parálisis se mezclan los recuerdos deliciosos de mis sentidos evaporados. Rememorar, centímetro a centímetro, recuerdo tras recuerdo, las percepciones de un cuerpo atomizado, es ya sobrevivir. 

Como consecuencia contrata a un cuidador que en circunstancias normales jamás habría conocido. He aquí la gran diferencia con la película, pues en el libro se trata de un magrebí llamado Abdel que, por cierto, recientemente, ha publicado su versión de la historia.

Abdel es insoportable, vanidoso, orgulloso, brutal, inconstante, humano. Sin él, me habría muerto de descomposición. Abdel me ha cuidado ininterrumpidamente como si yo fuera un recién nacido. Atento a la menor señal, presente durante todas mis ausencias, me liberó cuando estuve prisionero y me protegió cuando estaba débil. Me hizo reír cuando yo flaqueaba. Es mi demonio de la guarda.

Fogonazos de la infancia, aventuras en parapente, historias de amor y desamor, el desaliento de la desgracia y el desafío de la adversidad, la amistad y las relaciones personales, las circunstancias sociales, el mundo en el que vivimos en este viaje hacia ninguna parte, el dolor, su enfermedad tratada de forma elegante, sin autocompasión ni tampoco optimismo obligatorio, son algunos de los temas que de forma magistral nos cuenta nuestro autor en primera persona.

Pozzo di Borgo es un gran escritor, un poeta que perdió su cuerpo y ganó su alma, un maestro con licencia para desgarrar que vive en un sueño lírico absorbente. Su mirada del mundo cautiva, te abre el corazón y el apetito por leer y escribir.

Existe gente tan pobre que sólo tiene dinero( me dijeron un día), y también gente que aún disponiendo de todos los ingredientes para cocinar la felicidad, es incapaz de acercarse a ella, también otros, cuyos ojos brillan a pesar de todo.

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