sábado, 29 de mayo de 2010

ESPERANDO A LO BÁRBAROS

Un día alguien me dijo que éste era el mejor libro de Coetzee.

De nuevo Coetzee,uno de los más grande entre los grandes.Me entusiasma esa forma tan poética que tiene de hundirnos,de golpear la azotéa de nuestras almas con el martillo dulce de sus palabras,atravesando lo mas profundo de la condición humana.Sus libros son agujas afiladas,colocadas cuidadosamente sobre nuestras mentes.Al principio,sientes dolor,aunque finalmente producen un efecto terapéutico.

Esperando a los bárbaros,es un libro magistral que después de 24 años,sigue totalmente de actualidad.Parábola de una Sudáfrica desquiciada por el racismo en época del Apartheid.Un lugar fronterizo entre lo imaginario y lo real,un lugar dónde el miedo enajena al pueblo,un lugar dónde el arrogante poder del imperio está sumido en la ignorancia,creando la necesidad de tener algún enemigo con quién luchar,a quién culpar.

El magistrado es el contrapunto,la imagen de la esperanza y de la sensatez,de la democracia.Un ser imperfecto,pero humano.Un soñador,un poeta sensible.Un mártir de la libertad.Un Garzón en tiempos de crisis. Juzgado con arbitrariedad y sin proceso.No hay recusación posible,ni posibilidad de defensa frente a este poder corrompido en manos de un imperio corrupto.

Me gustan el derroche en las descripciones de espacios y personajes, universos interiores, sensaciones, sentimientos.

Absolutamente genial.Un libro casi imprescindible.

“¿Por qué no podemos vivir en el tiempo como el pez en el agua, como el pájaro en el aire, como los niños? ¡Los imperios tienen la culpa! Los imperios han creado el tiempo de la historia. Los imperios no han ubicado su existencia en el tiempo circular, recurrente y uniforme de las estaciones, sino en el tiempo desigual de la grandeza y la decadencia, del principio y el fin, de la catástrofe. Los imperios se condenan a vivir en la historia y a conspirar contra la historia. La inteligencia oculta de los imperios solo tiene una idea fija: cómo no acabar, cómo no sucumbir, cómo prolongar su era. De día persiguen a sus enemigos. Son taimados e implacables, envían a sus sabuesos por doquier. De noche se alimentan de imágenes del desastre: saqueo de ciudades, aniquilamiento de poblaciones, pirámides de huesos, hectáreas de desolación.”

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