Mientras caminas agachado por un gigantesco laberinto de tuberías, pasillos y escaleras de incendios, entre habitaciones que recuerdan al refugio de Lost, cámaras de frío, e insólitos espacios que acrecientan la sensación de aislamiento, las pulsaciones suben. Tu respiración se hace más profunda. Las emociones al límite. Nace la angustia. El miedo activa todos los mecanismo de alerta. Entonces, encorvado, entre corredores oscuros, buscas la salida.
Aún estáis a tiempo de pasaros por el CA2M y vivir las sensaciones de la instalación "Dead end" de Gregor Schnaider, una aventura no apta para claustrofobias.
Aún estáis a tiempo de pasaros por el CA2M y vivir las sensaciones de la instalación "Dead end" de Gregor Schnaider, una aventura no apta para claustrofobias.
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