sábado, 26 de enero de 2013

Risa bajo el ombligo


Deshabita su bata blanca
y vuela con alas negras
a la cita de quien propone:
"A las diez en Atocha nos vemos".
Los trenes tan rápido como siempre,
llenos de lectores y amadores
excitados por el breve tiempo.
Me buscas con la mirada, 
te hallas en mi sonrisa,
traes una estrella prendida en el pelo.
Me confiesas que alguien ha muerto 
deseándote felicidad esta noche,
has olvidado ponerte el vestido
pero ríes, no hay mejor vestido que esto.
El vino ya circula por nuestras venas,
nos echan de los bares, todos cierran,
pero algo se abre muy lentamente...,
tú me entiendes.
Tocas con la barita una de mis manos,
yo la poso sobre tu cabeza,
a ver si ocurre...
¡Ay si ocurriera!
Otra vez a la calle,
aunque nos echen presiento
ya nadie nos priva del encanto,
trae la mano, te llevo a mi cuarto.
Las horas parecen nada,
la vida...¡cómo pasa!
No quiero que lo que nos pase se pase.

Risa bajo el ombligo-Julio Santiago

*Hay palabras que producen cosquillas en el alma. Porque sin amor no se puede vivir, sin ombligo no se puede nacer y sin poesía no se puede morir.

4 comentarios:

  1. Vaya manera tan genial de cerrar un poema. Me guardo el último verso.

    Un abrazo.

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  2. K: He de reconocer que me gustó tanto ese verso que arreglé el poema para que finalizase con él.

    Un abrazo.

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  3. Me ha encantado el poema, su último verso y, más aún, la frase de la letrita pequeña (esa que en otros casos, pocos leemos).

    Me quedo por aquí.
    Un saludo desde http://retales-de-mis-noches-de-insomnio.blogspot.com.es/

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  4. Un buen lector nunca descuida la letra pequeña ;-)

    Saludos.

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