miércoles, 24 de febrero de 2010

BELEN GOPEGUI-Deseando ser Punk


Hubo un tiempo en el que el mundo -mi mundo- me parecía demasiado pequeño. Durante ese tiempo nada me llenaba por dentro, nadie me comprendía, ni mis amigos, ni por supuesto mis padres, ni siquiera yo mísmo. Era una época en la que todos dormían, menos yo. Yo soñaba despierto y los sueños no se repetían.




La música -hoy recuerdos- eran sensaciones, emociones, estados de ánimo y sentimientos.
Mientras escucho Break on Through de los Doors algo me dice que el rock nunca será un relleno de ambientación.

"Entrar en una canción tiene que ser como la electricidad: en vez de un sitio, algo que te atraviesa y mentras lo hace, la atracción hacía unas cosas y la repulsión hacia otras se hace más potente, tanto que tienes la impresión de estar abducida y ahí estás tú, fuera de orbita, en un sistema planetario nuevo donde importa lo que vibras, deseas,b lasfemas y sueñas mientras vives esa maldita canción".

Hay una canción para cada momento y un momento para cada canción. De repente un día se muere la madre de tu mejor amigo y tus pilares de la vida se entierran con ella, ese mismo día te dan la noticia mientras escuchas Two Princes de Spin Doctors, la digresión de tus pensamientos llega a la siguiente conclusión: La vida es un mundo binario de ceros y unos, y tú no te identificas con ninguno de esos valores numéricos. De pronto, esa canción ya nunca será una canción amable, incluso después de años, cuando dejas de ser un amasijo de ladrillos para convertirte en edificio de 5 plantas, la última planta se derrumba con el sonido de esos acordes.

Tal vez, ésa haya sido la reflexión, o por lo menos hay cierto paralelismo, de Martina, la protagonista del relato "Deseo de ser punk"cuando se desencadena su historia.
Deseo de ser punk es un libro de una escritora llamada Belén Gopegui,que un buen día un crítico literario catalogó como uno de los mejores libros del 2009.Según pude leer decía algo así: Pura vitamina C, para curarse de cualquier gripe invernal.


Deseo de ser punk es un monólogo, una confesión, un sentimiento acotado a una libreta que Martina escribre a un chico de su clase(el lector). En él se relatan sus frustraciones, sus emociones, el temor, la soledad, la rabia y principalmente su inconformismo con un mundo cada vez más dormido, vacío y sin esperanzas.


Dicen que las obras de esta escritora siempre señala aspectos que no funcionan. corrompidos o defectuosos de esta sociedad. Lo criticado aquí es una actitud. Es la falta de entusiasmo tanto de adultos, sus padres, como jóvenes reflejada a través de algunos compañeros de clase.


En una reseña a este libro he leído:"Puede que el lector crea que Martina esté buscando un lugar exacto en el mundo sólo para ser feliz. Pero las cuestiones que sublevan a Martina, desde las recientes barricadas de jóvenes en Atenas hasta la sociedad de consumo, son algo más complejas".Martina tiene ideas románticas que canaliza a través de su ira, una forma de autoconocimiento y también de responsabilidad y fidelidad a sus ideas.


Me gusta el tono adolescente del libro, aunque en algunos pasajes tenga sus limitaciones y no esté bien conseguido, me gusta que Martina supere el cliché arquetípico sin que llegue a ser un personaje de los que quedan grabados en la memoria. Se trata de un Holden Caulfield más humanizado.Pero lo que más me gusta es el peso fundamental de la música en la historia y todos sus alusiones a letras desde Foo Fighters, Nirvana, AC-DC, Jonny Cash pasando incluso por Arctic Monkeys hasta por ejemplo a Iggy Pop.


Nada mas terminar el relato me transporto a los 90.Sabado,18:06. Estoy en casa. Encerrado en un país hermético cuyas frontera finalizan tras una puerta y cuatro paredes. El libro de matemáticas está abierto por la página 47 y suplicando que le preste atención.Una sensación, mezcla de melancolía y desconcierto me arrebata el apetito. Suena la puerta, es para mí. Mis padres abren, mi amigo quiere que salgamos, mis padres deciden por mí, dicen que tengo que estudiar. Minutos después tengo un momento de lucidez, confecciono un plan, ataco por sorpresa y de puntillas, salgo por el pasillo del salón como en una pantomima, corro sin saber bien adónde, tengo una canción grabada en mi mente que es la clave para comprenderme hoy, no pienso volver hasta escucharla.

Algo más tarde, juego a desnudar una Estrella Galicia apoyado en una barra cualquiera mientras espero. Entonces escucho un bajo, tres golpes de batería introducen en escena a una guitarra .Es mi momento.Una electricidad extraña se apodera de mi, se mete por dentro y afecta a toda mi unidad celular. Cualquier dolor físico desaparece como si el gigantón de la milla verde hubiese absorbido mi alma, mi cuerpo se contorsiona, el peso de la felicidad y el optimismo prevalecen sobre la melancolía. Tengo la necesidad de saltar, mis pulsaciones se aceleran,es un proceso en el que pasar de la lágrima a la risa dura exactamente 2 segundos. Necesito que todos me escuchen, necesito gritar muy alto.

Entonces grito mis emociones, grito mis anhelos, grito mi energía y expulso el virus alojado en mi alma:

KILLING IN THE NAME OF!!!

and now you do what they told ya!!

El camino de vuelta es eterno,mientas imagino a mi padre sentado tras la puerta, ilustro la conversación mental que en breve tendremos y adecúo los argumentos con los que voy a rebatir.
Aún hoy, pienso en este pasaje,h asta pronto:
"Tendrás treinta y cinquenta años y una parte de ti seguirá estando triste por los días en que no pudiste ser la reina de una fiesta,o por otros motivos que ahora no sabemos.Y aunque tu novio en ese momento te abrace muy fuerte,notarás que tu pena sigue.Hay una parte donde nunca nos abrazan. Aunque nos quieran muchísimo. Esa parte está ahí, esa pena. Y nadie llega a tocarla nunca".

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