martes, 9 de marzo de 2010

DECLARACIÓN EXTEMPORAL



Serxo, ex-percebeiro, fue maniatado por el destino(esa mezcla de suerte y voluntad) a la ciudad, hoy malvive entre ladrillos y cemento armado. Duerme hacinado en una vieja pensión de la calle del desengaño con olor, mezcla de madera envejecida y café recién hecho. Antes de pasar por el túnel que le conduce al mañana, suele mirar por la única ventana de su habitación mientras lía el último cigarrillo del día. Desde allí, el cartel luminoso de la pensión distorsiona su visión nocturna y a veces su pensamiento. Hoy ha tenido una anécdota cotidiana que le transporta a otra época, consecuencia de un vagabundo al que escuchó recitar versos de Rosalía.

Al lado de la ventana hay una mesa,en la papelera hay varias bolas de papel que Serxo previamente ha lanzado. No se lo ha dicho a nadie, pero le gusta escribir cartas que nunca envía. La de hoy dice algo así:

....................................................................

(1)Querida:


Pasado un tiempo desde que te dejé,me di cuenta que te quería.Supongo que eso le ocurrirá a muchos que como yo,a tenor de dispares circunstancias,han decidido separarse de ti.Se que tu día a día,tras nuestra ruptura, no ha cambiado mucho,tal vez porque siempre habrá otros que llenarán mi espacio vacío,tal vez porque nunca fui una pieza esencial del engranaje de tu vida.Ahora se que tú si fuiste importante en el engranaje de la mía.


La lejanía y el tiempo han desdibujado tu imagen en mis recuerdos.A veces cierro fuerte los ojos para verte en fogonazos,y rozo tu esencia con el pincel de mi memoria.Otras, te me apareces,o alguien me habla de ti,ésas son mis visiones más nítidas.Entonces escucho las palabras dulces de tu voz,que casi me cantabas y que a veces me confundían con sus ambigüedades,realmente sembrabas la duda en mi,contestándome con preguntas.

Recuerdo esa belleza gris de semblante triste y aspecto misterioso,que te daba un atractivo equilibrio entre lo entrañable y lo tierno,¿Sigues teniendo los ojos tan verdes?,¿y el pelo?lo imagino revuelto cual ramas de un tejo bien salvaje.Me encanta tu vestido blanco con esa franja celeste con la que has enamorada a tantos.

Tú has estado siempre: cuando me caí por primera de la bicicleta,cuando arrancaba mejillones de las rocas,cuando el agua era tan salada y tan fría,cuando solía esconderme en las arboledas de robles y abedules.

Aunque yo no esté,tú nunca estarás sola,son tantos los que te quieren.Quizá un día vuelva y me funda contigo en una abrazo que para mi será eterno.Y besaré tus labios para siempre.


..................................................................................................................................................................


(1)Textualmente la carta decía:

Querida:

Pasado un tempo dende que te deixei, decateime que te quería. Supoño que iso lle acontecerá a moitos que coma eu,a tenor de dispares circunstancias, decidiron separarse de ti. Se que o teu día a día, tra-la nosa ruptura, non cambiou moito,tal vez porque sempre haberá outros que encherán o meu espazo baleiro, tal vez porque nunca fun unha peza esencial da engrenaxe da túa vida. Agora se que ti se fuches importante na engrenaxe da miña.

A distancia e o tempo esvaeceron a túa imaxe nos meus recordos. Ás veces pecho forte os ollos para verte en fogonazos,e rozo a túa esencia co pincel da miña memoria. Outras, te me apareces,o alguén me fala de ti, ésas son as miñas visións máis nítidas. Entón escoito as palabras doces do túa voz, que case cantábasme e que ás veces me confundían coas súas ambigüidades, realmente sementabas a dúbida en mi,contestándome con preguntas.

Recordo esa beleza gris de cara triste e aspecto misterioso, que dábache un atractivo equilibrio entre o entrañable e o tierno, ¿Sigues tendo os ollos tan verdes?,¿e o pelo?, o imaxino revolto cual ramas dun teixo ben salvaxe. Encántame o teu vestido branco con esa franxa celeste coa que namoraches a tantos.

Ti estiveches sempre: cando caín por primeira da bicicleta, cuando empezei arrancando mexillóns das rocas, cando a auga era tan salgada e tan fría, cando adoitaba esconderme nos arboredas de carballos e bidueiros.

Aínda que eu non estea, ti nunca estarás sola,son tantos os que te queren.Quizáis un día volva e me funda contigo nunha perta que para min será eterna. E bicarei os téus beizos para sempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario