Una sensación extraña que excita y desagrada,al mismo tiempo activa nuestros mecanismos y nos mantienen alerta.Un torrente de imágenes deshilvanadas trasmiten estímulos imposibles de traducir en mensajes claros.Lo que realmente nos produce pavor es la incertidumbre,lo desconocido,aquello que sobrepasa las espinosas paredes de lo convencional,que engloba todo lo que el disco duro de nuestras mentes no ha sido programado para procesar.
Las cortinas de la habitación se agitan al ritmo que marca el viento.Un reloj de pared suena en el silencio.Es la hora de los vampiros.Es la hora de los no muertos.Ésos cuya imagen ha sido desvirtuada y convertida en jóvenes modernos y guapos, cargados de sentimientos.Los vampiros no tienen sentimientos y no necesitan de valores añadidos para que el tono de su pálida piel sea atractiva.
Utilizar como vehículo la palabra para transportar la sensación del miedo,no es una tarea sencilla,pero todavía existen mentes ingeniosas y geniales,mentes que describen con imaginación y realismo....
Un momento de reflexión,mientras entre sábanas viajo por pueblos de la América profunda.Allí dónde los lugareños que viven en caravanas,te encañonan con una escopeta,a la vez que desayunan huevos revueltos.Unos centroeuropeos se instalan en una casa que desde hace tiempo nadie ha entrado,la puerta del oscuro sótano tiene un atajo desde mi cama........
No hay comentarios:
Publicar un comentario