-¿Sabes qué soy?
-¿Qué eres?-me susurraste.
-¿Qué eres?-me susurraste.
-Soy sonido, fragmento,
gota, sacudida,
gota, sacudida,
soy menos que aire,
sombra y mirada,
sombra y mirada,
soy fuego sin fuego.
Soy incendio, quemadura tibia,
Soy incendio, quemadura tibia,
pálida luz, decorado.
Tus dedos, mi espejo,
Tus dedos, mi espejo,
tu elipsis (mi deseo).
Insulso deja vu,
rodaja de luna,
noche sin día.
Oscuridad cómplice,
rodaja de luna,
noche sin día.
Oscuridad cómplice,
mar perdido entre las sábanas
de tu madrugada de luces
poblando mi distancia
y tu ausencia.
de tu madrugada de luces
poblando mi distancia
y tu ausencia.
Tentación suicida
al final del dique,
al final del dique,
mirada ingrávida
de espuma y algas
lamiendo nuestro barco varado.
de espuma y algas
lamiendo nuestro barco varado.
¿Escuchas?,
el nordeste ruge,
aullándonos...
-Déjame dormir-dijiste.
-Déjame volar-te contesté.
el nordeste ruge,
aullándonos...
-Déjame dormir-dijiste.
-Déjame volar-te contesté.
Personas impulsivas, valientes, pasionales,... aquellas que no tienen miedo a nada; capaces de volar, sin aviones.
ResponderEliminarANONIMO: Existen personas únicas e inigualables; aquellas de las que no te arrepientes nunca, y te hacen sentir afortunad@ por haberlas conocido.
EliminarSería conveniente que no la dejases dormir la sacases a volar, que sea consciente de las alturas sin demasiado peligro. De ti.
ResponderEliminarMe ha gustado este poema.
Un saludo desde http://retales-de-mis-noches-de-insomnio.blogspot.com.es/
Y a mí me gusta tu consejo.
EliminarLe construiré unas alas
y nos beberemos la noche...
Saludos Marisa.
Estoy de acuerdo con Marisa, sácala a volar, que comprenda tu forma de sentir y descubrir cómo siente ella. Es un poema precioso que regala mucha inspiración..
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias Laura.
EliminarMe alegra que pueda inspirarte.
¡Saludos!